Música

jueves, 9 de diciembre de 2010

Always! =)


If you let me into your soul,
My days of silence would vanish
If you broke my words with a kiss,
I would become mute in exchange for your lips.
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"Solo hay un ave Fénix, gentil, hermosa y amable y todas las aves la adoran.

Son tantas las aves en el mundo, que si levantaran el vuelo a un mismo tiempo, el cielo se oscurecería.

Pero existe solamente un ave Fénix. De ella se afirma que es como el sol por vivir en el cielo llena de esplendor. También se dice que nace del fuego y muere en el fuego, como el sol que aparece con el brillo dorado de la aurora y muere en el horno del rojo atardecer". (fenix)

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Te quieroo George, siempre!



miércoles, 10 de noviembre de 2010





cerrado por exámenes

martes, 12 de octubre de 2010

To George! (L)




what I feel for you is so great that it occupies all the distance that separates us.
I love you from here to there.


Always!!!!

don´t forget it, don´t forget me!
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Fondly. I hope you like! =)

sábado, 25 de septiembre de 2010

Muerte

El amor al amante, como la hoz a la muerte
la vida a quien con ansias locas la ansía.
El grito desgarrado de amor a la mujer desesperada,
y yo vacía porque no quiero nada, ni tengo.

Como Apolo que llora por Dafne, así lloro yo
y la pena iguala en tamaño al árbol,
por las lágrimas vertidas que hace de ellas su alimento.

¿Porqué te fuiste? pregunto yo.
¿Porqué moriste? me digo.
La señora de piel blanca y manto negro
vino a llevarte consigo y tu aceptaste.

Vino en la noche, en la que tú dormías.
Yo la vi, pues velaba tu tranquilo reposar,
vi cómo sin licencia se acercó a nuestro lecho.

La contemplé, ella pálida y yo muda de terror,
ella poderosa y altiva, yo frágil y débil,
y tú, tú solo dormías.

Poco a poco te fue robando el aliento,
poco a poco te fuiste quedando vacío,
hueco, sin alma sólo fuiste cuerpo.

Y tu alma, flotaba libre en este ambiente enrarecido,
la buscé, rendida al llanto, intenté devolverte la vida a besos,
mientras tu asesina me contemplaba con orgullo.

Le supliqué, le exigí que me llevara contigo,
para reposar juntos en esa vida eterna y desconocida.
Pero se marchó.
Me dejó con tu inerte cuerpo entre mis brazos.

Y hoy, Aún en mis oidos oigo
esa macabra carcajada de despedida.
Hoy aún espero a que venga a llevarme contigo.

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me da un poco de pesar reinagurar el blog con un texto de este estilo, pero no quiero que penséis que estoy triste, es solo que este texto es algo que tenía muchas ganas de publicar.
No estoy triste, soy la persona más feliz del mundo =)

(texto escrito hace muchoss meses, y hoy porfin le quité el polvo)

para los que ya lo habéis leido y me habéis preguntado si estoy triste la respuesta es no! mirad el escrito desde un punto de vista literario xDD

soy feliz creedme!

domingo, 29 de agosto de 2010

(L)



... Y allí la vio, en la fria y oscura noche, sentada en un banco del parque, el banco estaba iluminado por una farola antigua, quizás tuviera al rededor de medio siglo. la chica sujetaba un libro, pero tenia la vista perdida en alguna parte de las enormes tinieblas en las que estaba sumido el lugar. ella tenía lágrimas en los ojos, unos pequeños hilillos brillantes que él deseo con todas sus fuerzas secar. Poco a poco se fue acercando a ella, paso a paso lenta pero decididamente, finalmente se sentó en el otro extremo del banco, sin saber que decir, sin saber qué hacer, solo contemplarla y mirarla sin parar, y darle gracias a la vida por haberla encontrado, y si, ya que la encontró, en el último sitio que buscó, ya que de no haberla encontrado seguiría buscando. Y eso le hacia inmensamente feliz. ellos jamas se separaron!!
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(L)

martes, 17 de agosto de 2010

Pensamiento nocturto de las 4 a.m





jueves, 12 de agosto de 2010

Ella y mi frustación literaria (6)

Sin embargo una desgracia se interpuso nuevamente en su camino para desbaratar los planes que tenía para deshacarse de su particular y desagradable compañera, porque esa misma madrugada cuando solo llevaba un par de horas reposando plácidamente en su alcoba tras varios planes trazados por los enemigos de Francia durante la cruda guerra y tras consabidas dilaciones, la ciudad de París fue bombardeada, y no solo esta, algunas ciudades del norte como la Havra y del este de Toulouse y Marseulle fueron completamente devastadas.

Pues bien, Antonin Prevert, tampoco se libró de la desgracia , uno de los proyectiles fue a parar en la Rue de la Vie y ésta se quedó completamente destruida. No se encontraron supervivientes, ni cadáveres que fueran reconocibles.

La casa de Monsieur Prevert quedó borrada del mapa, del golpe todas sus pertenencias se habia esfumado.

El gran Prevert, que había escrito innumenrables libros ahora descansaba bajo los escombros de la que antaño había sido una de las mejores casas de La Rue de la Vie.

Cuando pasada la guerra los escombros fueron levantados, no se encontró nada, ni su cadáver ni el de sus sirvientes. La única pertenencia que se encontró de Antonin Prevert fue un viejo y desgastado cuadro de una bella mujer, que algunos la reconocieron como su esposa y uno cuantos manuscritos ilegibles, que los operarios tiraron con los escombros.

Los manuscritos y los escombros fueron a parar al Sena. Y se depositaron en el fondo del río para siempre.

Quizás Antonin Prevert sí hubiera sido recordado más allá de ese maldito siglo de guerras.

FIN!

martes, 20 de julio de 2010

Ella y mi frustración literia (5)

Podía verla en la esquina de mi habitación, de pie al lado de una hornacina donde reposaba el retrato de mi difunta esposa. Miraba intensamente con sus negros ojos fijos en mi persona, mientras que una de sus manos sujetaba un precioso abanico rojo. Llevaba el mismo vestido negro de hacía unos días. Sin ningún reparo caminó hacia mi mullida cama y ahí se aposentó. Se quedó quieta y sin dejar de mirarme.
Mientras tanto, yo daba vueltas de un lado a otro callado, pero nervioso. Yo no dije nada, pensando para mis adentros que si la ignoraba, se marcharía y no volvería más. Ella tampoco decía nada, pero ella no decía nada con el objetivo de ponerme aún más nervioso.
- No puedo hacerlo. A demás, ¿Quién quiere leer?, ¡estamos en guerra! – le dije finalmente. Ella ignoró mis palabras y dijo otra cosa.
- He visto lo que has escrito, me gusta la carta, refleja de manera exacta lo que yo soy. Deberías continuarlo…
- No existes - le interrumpí - sólo estás en mi cabeza, y es por falta de sueño. Necesito un descanso.
- Tú quieres acabar tu ilustre carrera de escritor con algo que sea impactante, algo que haga que te recuerden incluso más allá de este maldito siglo. Yo te ofrezco la posibilidad de lograrlo si soy yo quien protagoniza tu última novela, quizás y, a lo mejor de esta manera desaparezca y deje de rondarte, porque tienes razón yo solo estoy en tu cabeza.
- ¡Yo no estoy loco!, ¡no lo estoy! Desde siempre supe que sólo eran fantasías mías.
La sirvienta oyó mis gritos y subió a ver qué pasaba, quería saber porqué hablaba solo. Ella no la oyó, Probablemente piense que estoy loco. En fin ya nada me importaba.
El seis de julio a las tres de la madrugada, me encontraba dando un paseo a solas por las orillas de Sena. La vista no era muy agradable y el olor a putrefacción inundaba el ambiente. Pero necesitaba estar a solas y que el aire de la fría noche despejara un poco mi rocambolesca mente.
La luna rojiza iluminaba el lugar y el agua sucia del Sena acogía cálidamente su reflejo cristalino. Me quedé contemplando maravillado el fenómeno, la luna hizo evocar en mi memoria el rostro de Jeanne y en ese instante, nacida de la necesidad de deshacerme de esa musa oscura que estaba presente en todo momento en mi vida surgió la pequeña idea de unas pequeñas líneas de inspiración momentánea. Apresuradamente fui a mi casa y sin cavilaciones ni retrasos apunté lo que se me había ocurrido por miedo a que mi memoria me jugara una mala pasada. Me quedé contemplando el papel y en voz alta leí:
Me sumiré en la calle del Dolor de la ciudad perdida de Mis Recuerdos y cuando llegue a la plaza del Olvido soltaré tu mano y te dejaré ahí. Me iré a las vías de la Felicidad, las recorreré hasta llegar al Ayuntamiento de mi corazón y cerraré la puerta con la llave de marfil que romperé en pedacitos. Y esos pedacitos de marfil los barrerá el viento y con ellos se irá tu recuerdo.
De un modo u otro incluiré este párrafo en el relato, posiblemente sería el final de la novela, narrado desde la perspectiva de una de sus víctimas enamoradas. Bueno ya pensaré en el final, lo primordial ahora es seguir avanzando con la narración principal y las aventuras de esta peculiar dama.
Y así, cansado como estaba debido al trote del apresurado regreso me metí en la cama, esperando a que el día llegara lo más pronto posible.
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Perdonad por la tardanza... espero que estéis pasando un buen verano =)

lunes, 12 de julio de 2010

Ella y mi frustración literia (4)

Esa misma tarde, me encontraba en el pequeño estudio de mi lujosa casa situada en la ajetreada Rue de la Vie. Nuevamente luchando delante de mis folios y con la pluma en ristre como si fuese una espada. Durante los dos días que había estado encerrado en mi habitación había estado dándole vueltas al asunto de Madame Froid. Más o menos tenía una débil idea de lo que haría para deshacerme de su fastidiosa presencia.
Ella tenía víctimas, aquellas que cada noche se rendían a sus pies y ella se llevaba a la cama. Algunos morían, víctimas de los bebedizos que ella preparaba. Otros conseguían salvarse, pero jamás la volvían a ver ni recordaban su nombre. En fin ideas de un loco escritor. Empezaría con la carta de despedida de Jeanne Froid a una de sus víctimas.
Y de la siguiente manera, impulsado las ansia de escribir empecé Femme Fatale:


Somos amantes y nada más, tus besos no son sensaciones amorosas sólo placenteras. Tus caricias sólo hacen que la lujuria invada mi cuerpo pero sigue sin haber amor.
Que no te importe quien sea, y da igual si mañana no recuerdas mi rostro, sólo quiero esta noche sentir el cuerpo de alguien sin importar su nombre.
No te preocupes porque no será especial para mí, espero que para ti tampoco. No sientas tristeza cuando a la mañana siguiente te recuerdes solo en tu cama, y el único rastro que yo haya dejado sea el aroma de mi perfume en tus sábanas.
No me digas "te quiero" porque haré oídos sordos a tus palabras que no me inspirarán nada, ya sabes lo que siento. No pretendas que me quede más tiempo ya que cuando los primeros rayos de sol despunten en el cielo y muera la noche, yo ya habré desaparecido y tu recuerdo, los besos y las caricias que te di se irán conmigo.
Tú pensarás que todo ha sido un sueño, pero cambiarás de opinión porque el único recuerdo que en ti se quedará será el aroma de mi piel en tus sábanas. Jeanne Froid

Y continué como sigue:
El siglo XVII supuso para Francia una época de decadencia. El floreciente estado que antaño una vez alcanzó y la gloria lograda, se veían marchitados poco a poco por la corrupción y los engaños. No había en Francia nadie que no estuviera conspirando contra nadie. Todos desconfiaban de todos, esto incluso alcanzaba a los niños los cuales se veían influenciados por los adultos y…
Y… ahí me quedé. Escribí con tal ansia, y las palabras brotaban de mi pluma, que ya no vi un folio en blanco o con simples tachones cosa que tanto me hería. Pero de repente, me quedé en blanco, mi pluma se había secado y mis ideas se habían esfumado. Inspiración momentánea, así se lo llamaba yo.


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Saliendo de formalidades: SOMOS CAMPEONES DE EUROPA Y... SOMOS CAMPEONES DEL MUNDO!!!

lunes, 5 de julio de 2010

Ella y mi frustación literaria (3)

Empecé a andar, aparentemente sin rumbo alguno entre las callejuelas malolientes y de repente me vi en mitad de la Plaza de Sant-Pierre, era ya bastante tarde y desde lo alto de la torre del campanario pude oír el tañido fúnebre de las campanas, y me encontré a mi mismo pensado en Jeanne Friod.
Pude verla saliendo por la gran puerta de la catedral de Saint-Pierre. Toda vestidita de negro, elegante. Poco a poco me fui acercando a ella y me oí gritando su nombre tan alto que dudo que quedara alguien que no se hubiera percatado de mi
presencia. Menos ella.
Cuando pasó por delante de mí la vi girar la cabeza para ver quién era yo, me sonrió, y enseguida retomó su camino, con total tranquilidad. Estaba equivocado.
Mi siguiente impulso fue seguirla. La muchedumbre que salía de la catedral se unió al gentío que había en la plaza, y por un instante temí haberla perdido de vista. Pero este susto sólo duró un segundo, porque mis ojos dieron con ella en seguida, en el momento justo en que ella desaparecía entre las estrechas y laberínticas calles.
Me encontraba siguiéndola por una estrecha calle llamada Saint-Antoine. No estaba loco, ella existía. Y la prueba fehaciente de ello era que la veía con mis propios ojos.
Seguí sus pasos algo más de quince minutos y de repente ella se detuvo y de espaldas a mi posó sus blancas manos en el brocal de un pozo que había al final de la calle. Era como si fuese consciente de mi presencia y esperó pacientemente a que yo saliera de entre las sombras y le plantara cara. Y así lo hice. Paso a paso salí de la oscuridad y me planté delante de ella. Finalmente el silencio se vio roto por su dulce voz.
- ¿Sabes lo que tienes que hacer?- Me dijo. - No es fácil, no estoy inspirado, no sé qué me pasa- respondí.
- Es sencillo, solo tienes que limitarte a escribir. Háblale al mundo de mí, cuéntales mi historia. ¡Diles que existo!
- Pe… pero tú no existe… - le dije casi tartamudeando.
- ¡Cállate!, ¡sí que existo y me estás viendo aquí delante de ti! ¿No te parece mi presencia suficiente prueba de mi existencia? – Respondió ella un tanto alterada.
- Lo intentaré. Pero déjame en paz, desaparece, yo te he visto en mis sueños, no es posible que seas real.
- Quien domina las palabras, domina la mente de los hombres. Y esto fue lo último que me dijo. Seguía callada, mirándome con sus ojos de araña y sin decir nada. Y así estuvimos ambos durante un instante.
Me giré sobre mis pies para marcharme, di un par de pasos y miré hacia atrás. Al lado del pozo no había nadie. Jeanne había desaparecido.

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espero que el nuevo capítulo tambien os guste... un besooo!!

viernes, 2 de julio de 2010

Ella y mi frustación literaria (2)

Hacía algún tiempo que me rondaba por la cabeza la idea de relatar la historia de una cortesana francesa, que de vez en cuando se aparecía por mis sueños y que aún lo seguía haciendo.
La bauticé con el nombre de Jeanne Froid una Femme Fatale del siglo XVII. Una mujer bella de blanca y tersa piel, elegante figura, el pelo negro como su negro corazón, labios bermejos y carnosos, inteligente, mordaz y calculadora y con un corazón tan duro y frío como un témpano.
Esta era Madame Froid, el producto de una imaginación desbordante. Que hoy, a fecha de uno de abril de 1944, se encontraba perturbada. Y en medio del mayor desastre causado por la ignorancia humana: La Segunda Guerra Mundial.
Quizás sea esa la causa de mi falta de inspiración. Los escritores somos muy sensibles y cualquier emoción nos desequilibra un poco. Probablemente sea el hecho de haber sentido tantas noticias relacionadas con la guerra, – de lo único que se habla por la radio de la BBC – tantos desastres y muertes.
Resulta un poco patético que a mi edad me sienta así y que no sea capaz de escribir nada más que penurias y tristezas nocturnas, pero en cierto modo lo achaco a mi edad. Ya no conservo la gloria de hace veinte años, ni el espíritu joven que con tanto fervor me ayudó a escribir.
Intentar hablar al lector sobre la joven Jeanne Froid es una ardua tarea principalmente debido a mi auto exigencia. Quisiera que Femme Fatale fuera el broche de oro que cerrara mi poco austera vida de escritor. Pero aún así por más difícil que me resulte – cosa que no consigo explicarme – es una objetivo que mi ego se ha impuesto y ahí reside el problema, no sé cómo empezar, ni de qué manera enfocar la vida de esta bella señorita imaginaria que vive en mi cabeza. Las ideas, las tengo todas en mi mente, pero en cuanto agarro la pluma se esfuman. Maldita Jeanne Froid.
Lo mejor será hacer lo de siempre, olvidarme de esto por un tiempo y salir a tomar el fresco.

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miércoles, 30 de junio de 2010

Ella y mi frustación literaria (1)




Era como si la inspiración se hubiera ido de mí, impulsada por los primeros rayos primaverales. Aquella inspiración que tantos libros me ayudó a escribir, que había sido mi compañera toda la vida desde que tengo memoria.
Mientras estoy aquí, ante el lienzo que graba mis bellas palabras, que constantemente brotan de mi mecánica pluma, iluminado por la tenue luz de una vela, medio consumida y casi acabada, pienso en las musas que me abandonaron y ellas estarán felices, quizás tomando el sol en la playa o dando un paseo por el parque.
Me pregunto cuántos folios habré arrugado y lanzado hacia atrás, con tan solo su nombre y unas cuantas parrafadas que poco me agradan. Y pienso, para mi exquisito gusto literario, que son palabras escuetas y huecas de sentimiento.
Mientras rayo folios y más folios con argumentos ilógicos, cavilo sumergido en autores y antiguas doctrinas. A Homero nunca le abandonó la inspiración y Ulises – personaje en mi opinión extraordinario - es el claro ejemplo del fruto de esta. El lazo que existe entre el escritor, la pluma y el papel, la melodía de este objeto al rasgar el papel y las ideas del escritor plasmadas en este. Una composición con vida propia, porque en cierto modo los escritores somos padres, padres de historias, relatos y de cada uno de los personajes de estos. Leyendas que quedan plasmadas en la historia para la posteridad.
Pluma en mano y mirando por la ventana, pienso en los últimos sucesos de mi ajetreada vida de escritor. En mi cabeza hay tantos recuerdos, que no consigo dar con nada que me ayude a justificar mi grave frustración literaria. Las horas se van sucediendo una tras otra y el Cronos no me regala ni un segundo de su tiempo eterno.

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espero que os guste y hay más----

lunes, 28 de junio de 2010

tu voz





Podría pensarte un día entero,

podría soñarte cada noche,

Podría decirte mil veces “te quiero”,

Pero cambiaría estos “podrías”,

para poder oír tu voz de nuevo.


Podría regalarte mil lunas,

si pudiera robárselas a mil tierras;

podría bajarte el cielo,

y poder juntos contar estrellas

si me dejas oír tu voz de nuevo.


Podría gritar tu nombre al viento,

y que me puedas oír allá a lo lejos,

y así poder esperar tu respuesta,

para poder oír tu voz de nuevo.

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your voice...



domingo, 20 de junio de 2010

Esperanza ( 4 )





Me acabo de levantar. Hoy es miércoles veintinueve de octubre. Es mi cumpleaños.

Me estoy poniendo la camiseta y alguien toca la puerta de mi cuarto. Es Ismael, lleva un enorme oso de peluche que tira sobre mi cama.

-Feliz cumpleaños colega!!- me dice, y se abalanza sobre el peluche que esta en la cama. - ¿Cuantos son?, ¿0chenta quizás?

- Son veinte, y cinco sin poder... - vaya he estropeado este feliz momento- ¿A que viene lo del peluche? - le pregunto, tratando de retomar el buen rollo de antes.

-Es de parte de Laura y mio. Ya sabes eres nuestro pequeño.

-Ja, ja, ja - hago ademán de reírme. Nos miramos ambos y estallamos en sonoras carcajadas.

- Vaya, hacéis fiesta y no invitáis. - mi madre acaba de entrar en mi habitación. Nos muestra una gran sonrisa, que dibuja su envejecido rostro. - Feliz cumpleaños hijo mio.

Mi padre, con ayuda de Ismael bajan mi silla de ruedas a la cocina. Desayunamos, depues Ismael me lleva a mi habitación a ver la tele.

Después de recoger lo del desayuno. Mis padres entran en el salón y se sientan a hacernos compañía.

-¿Que echan en la tele?
-¿Ya esta eso es todo?, ¿Que echan en la tele?. Pensé que saldríamos a dar una vuelta. Quizás me hice muchas ilusiones. La verdad es que ya he dado muchos quebraderos de cabeza. En fin.

Todos estamos callados, mirando la tele como sonámbulos. Ha pasado casi media hora. -Creo, que ya es la hora, deberíamos irnos. - Dice mi madre mientras mira a mi padre y luego le guiña un ojo.

Vaya creo que me precipite al pensar que, bueno, todo iba a ser tan tranquilo.- Irnos, ¿a donde? - los miro a los tres, la pregunta se queda en el aire.

Ismael sale de casa, minutos mas tarde se oye el claxon. Salimos fuera y me suben al coche. Estando ya todos dentro y el coche practicamente en marcha.- ¿A donde vamos?-pregunto.

- Tranquilo, te va a encantar- me dice mi padre mientras saca un pañuelo y, ¿me va a vendar los ojos?: me venda los ojos.

-¿Esto es necesario?
-¡Si!- responden los tres a la vez- Vaya, esta bien.

Una hora mas tarde el coche se detiene. Oigo que se abren las puertas, y noto como me sujetan para bajarme.

Vaya, huele a agua salada, huele a mar. Un momento. -¡Estamos en la playa!

-O vaya es listo el chico.
- Muy gracioso Ismael. -Llevo mis manos hacia mi cara, para quitarme el pañuelo. Pero otras manos sujetan las mías. - No, no te lo quites, esta no es la sorpresa.

- No seas impaciente- dice mi padre mientras siento como empujan mi silla, supongo que me llevan hacia la playa.

Oigo voces, reconozco algunas. Algunos compañeros del instituto. Alguien pide silencio y reconozco en esa la voz de Laura.

De repente me quitan el pañuelo de los ojos, y los veo a todos. - ¡Sorpresa!- gritan todos a la vez. De entre el gentío sale Laura con una tarta en las manos. Se acerca hacia mi, se pone de rodillas y me dice -Feliz cumpleaños Raúl.

Vaya. Estoy extasiado, tengo unas ganas enormes de ponerme en pie - Se que lo conseguiría, en el hospital lo he hecho varias veces, pero ¿y si me caigo?.

También esta el medico que me atendió el mes del accidente.- vaya cuanto has cambiado- me dice y yo le sonrio. Me piden que sople las velas y despues nos comemos la tarta.

-Quiero ponerme en pie- pero no dirijo mi frase a nadie en concreto. - ¿Crees que deberias?- me dice Laura. -Si, ya es momento de dejar todo esto atras Ademas si no consigo dar mas de cinco pasos, por lo menos lo habre intentado.

- Te ayudaremos- dicen mis padres a la vez.
-Puedo hacerlo solo, Laura se quedara conmigo. - Quitadme los zapatos, porfavor- les pido.
Ya descalzo Sujeto la mano de Laura, sin mucha fuerza. No quiero que note que estoy nervioso.

Empiezo a levarme. Agarro el reposabrazos con la mano que me queda libre y me impulso para ponerme en pie. ¡Ya esta, lo he conseguido, estoy de pie!

Los demas, que estan detras nuestro, nos miran. Vuelvo la cabeza hacia atras para mirarlos, estan conteniendo las lagrimas.

Intento dar un paso y casi estoy a punto de caer de bruces. -Tranquilo, tu puedes- Me susurra Laura, y es ella la que aprieta mi mano con fuerza, para infundirme ánimos.

Lo estoy consiguiendo, un paso, dos, tres... Ya esta, estamos cerca del agua. Noto como se me cuela por entre los dedos. Avanzamos juntos. Al principio me cuesta mucho, pero la sensacion es agradable. Parece que la temperatura del agua sube a casa paso que damos. El mar esta llano e inmóvil, como un inmenso charco.

En la playa hay gaviotas. Y de repente echan todas a volar. Pasan rozando nuestras cabezas y suben planeando hacia lo alto del cielo. Hemos dado casi diez pasos y el agua nos llega hasta las rodillas. Nos detenemos, ninguno dice una palabra, no es un silencio incomodo.

No pienso nada, tengo la cabeza vacía, solo se que mi nueva vida comienza ya. Que soy libre como las gaviotas que pasan volando sobre nuestras cabezas.
Detrás de nosotros, sentado sobre la arena, nuestros amigos nos están mirando. Cinco minutos mas tarde me vuelvo a girar, ya no hay nadie, se han marchado todos, nos han dejado solos.

Me vuelvo hacia Laura, sujeto su cara entre mis manos. -te quiero- le digo. Ella sonríe.
Y muy lentamente volvemos sobre nuestros pasos hacia la orilla.

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Disculpad por la tardanza... los examenes me tenían absorbida... pero he aprobado todo... y ahora tengo todo el tiempo del mundo para hacer lo que verdaderamente me gusta =)

bueno espero que esto os guste....

martes, 25 de mayo de 2010

Esperanza ( 3 )

Hoy, quince de octubre hace cinco años desde aquel trágico día. He de reconocer que poco a poco he ido consiguiendo ganar parte de la movilidad de mis piernas. También reconozco que de no haber sido por mi testarudez, habría empezado antes con la rehabilitación.

Mis padres, Ismael y desde hace dos años Laura, mi novia, me han apoyado. Siempre han estado a mi lado.

Dentro de dos semanas es mi cumpleaños. Sé que hay algo que no me quieren contar, me están preparando una sorpresa. Eso hace que me anime un poco más.

Estos últimos años han sido algo moviditos. Casi todos los días de rehabilitación Laura e Ismael me llevan al hospital y me ayudan con todo. A mis antiguos compañeros de colegio prácticamente no los veo, la mayoría se han marchado a la universidad. Pero de vez en cuando recibo correos electrónicos de algunos de ellos.

En mis tiempos libres sigo inmerso en mis libros. He empezado a escribir cuentos cortos e incluso estoy trabajando en una novela, que estoy a punto de terminar, Laura las ha leído todas y le han gustando mucho.

Todos los fines de semana me lleva a tomar un helado y a dar una vuelta y nos pasamos la tarde entera platicando.

-Deberías hacerte escritor.Tienes talento. No te lo digo por que seas mi novio , cualquier persona que leyera estas maravillas te lo diría. - levanta la vista de los folios y me mira fijamente a los ojos. Sus ojos son negros, de un negro profundo, como dos pozos sin fondo.

Me he ruborizado un poco y ella sonríe - Me encanta la mujer de la historia, es fantástica, luchadora, es una gran mujer.

- Es como tú- le contesto, mientras acaricio la palma de su mano con mis dedos - Ella también se ha ruborizado y ahora soy yo el que sonríe.- No entiendo cómo puedes estar conmigo ¡Mírame! - le digo abriendo los brazos y haciendo ademán de empujar la silla hacia atrás para que me veo. - Una chica como tú, con una persona como yo que no puede...

Ha silenciado mis palabras poniendo un dedo sobre mis labios. -Shh- ,me dice. Me mira con tanta ternura, que por un momento me olvido de todo.- No me enamoré de ti por tu físico, aunque hay que reconocer que eres muy guapo.- sonreímos los dos a la vez- Eres distinto, la verdad es que no tengo palabras para definirte.

Se pone de pie, se acerca hacia mi, se agacha a la altura de mi oido. -Te quiero- me susurra, y un cosquilleo recorre mi cuerpo hasta la punta de los dedos de las manos.- Y no seas tonto deja ya de comerte la cabeza.

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Cada vez queda menosss...

miércoles, 12 de mayo de 2010

Esperanza ( 2 )

-Raúl- mi madre me despierta de mis pensamientos- ¿En qué piensas?
-En nada mamá, lo de siempre... Ya sabes...
-Tienes que dejar de atormentarte, la culpa no fue tuya.
-Ya mamá. Pero... -me tiembla la barbilla, estoy intentando no llorar, pero me es imposible. Al final acaban saliendo dos fino hilillos brillantes de mis ojos.
Después de los golpes que nos ha dado la vida, somos casi inmunes al dolor, pero de vez en cuando es imposible evitar llorar, sobre todo para mamá. - ¿Cuánto tiempo más me quedaré aquí?

Levanto la cabeza de la cama y descubro a mi madre mirando por la ventana... supongo que a ningún sitio, con la mirada perdida en quién sabe dónde- los siento pero no estaba escuchando, perdona hijo. ¿Me decías que...?
-¿Cuánto tiempo más seguiré en el hospital? Me gustaría volver a ver a mis amigos. Ismael viene todas las tardes después de clase a verme. Pero no es lo mismo. Mamá echo de menos a todos los demás, el colegio, mi habitación, mis libros... - Pone cara dubitativa, sé que no sabe qué decirme. En fin tendré que seguir aquí hasta que el doctor me de el alta.

Acaba de entrar papá, oigo a mi madre dar un suspiro de alivio. Ya no tendrá que contestar a mi pregunta. Pero lo que ella no sabe es que me he reservado la más fuerte pare cuando estuvieran los dos.
Al final los miro, y consigo soltar la pregunta que he estado intentando formular todo el día. Pero al final lo suelto de la forma más clara y sencilla- ¿Ya no podré volver a caminar, verdad?

Se han quedado desconcertados mirándome ambos intermitentemente a mi y luego entre ellos. Es una situación muy incómoda. - De todas formas lo sé, no hace falta que me contestéis. Vuestras miradas lo dicen todo.

Abren la boca los dos a la vez. Pero mamá deja hablar a papá. Las palabras sales de su boca atropellándose unas con otras. Mamá aprieta su mano con fuerza y al final consigue relajarse un poco - Esto... hijo verás... es algo difícil de explicar...
No, no es complicado - le interrumpo casi con un grito - lo único que quiero que me digas es sí o no, ya está, no te pido más - Al oír mis palabras mi madre rompe a llorar descontroladamente - ¡Lo sabía!

- Los médicos dicen que con la rehabilitación quizás, dentro de un tiempo, puedas volver a caminar - Sé que se está viendo obligado a decirme esto. Sé que intenta que me relaje, y se lo agradezco... pero ya no tengo doce años ni estoy ciego. Puedo ver perfectamente que sus caras denotan inseguridad. Antes puede que me lo creyera, pero ya no.

Estoy un poco fuera de lugar, me tiembla la barbilla. Estoy furioso. ¿Cómo se pueden atrever a mentirme?, no tienen ningún derecho. ¡Es mi vida!

Creo que me he pasado un poco, mis gritos deben haberse oído en todo el pasillo porque la enfermera acaba de entrar en mi habitación.
Veo que se acerca hacia mi cama y de repente me inyecta en el cuentagotas algo que no sé con exactitud qué es. Supongo que un calmante.
Poco a poco noto cómo mis ojos poco a poco se van cerrando, lenta, pausadamente...

Oigo pasos y alguien más entra en mi habitación, puedo oír la voz de Ismael, los sollozos de mi madre. Hasta sumergirme en un profundo sueño.
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Perdonar el retraso.... EXÁMENES....

lunes, 3 de mayo de 2010

Esperanza ( 1 )


Hacía un día estupendo, creo que el mejor de todo el año. Llevaba lloviendo casi un mes. Y por fin había cesado.
Aunque estaba acostumbrado al ruido de la lluvia, que me relajaba mucho cuando pasaba tardes enteras con aquellos libros maravillosos – me encanta leer, sobretodo las novelas de Carlos Ruiz Zafón. Será sobretodo porque antes no había tenido el privilegio de ver y me siento muy afortunado – pero me tentaba mucho la idea de salir a patinar con Ismael y los demás.
Pero me hubiese gustado que ese día nunca hubiese llegado. Que hubiese seguido lloviendo. Quedarme con mis libros en mi habitación y quizá nunca me habría pasado nada.
De haber sabido que ese coche me atropellaría, lo juro. Juro que nunca habría salido de casa.
Llevo casi un mes en el hospital. Creo que prácticamente no recuerdo nada. De vez en cuando vienen a mi cabeza pequeñas escenas de aquel día espantoso.
Sé que mis padres no me quieren decir la verdad. No me quieren decir que nunca más podré salir a jugar a la calle, ni correr como cualquier niño de mi edad. Porque me he quedado inválido, postrado en una silla de ruedas para toda la eternidad.
Solo tengo catorce años. Se supone que tendría que tener una vida entera por delante para ser feliz. Podría valerme por mi mismo, sin necesidad de depender de mis padres para todo.
Mamá podría empezar a trabajar y ayudar a papá. Ya no tendría que estar siempre pendientes de mi. Pero ahora, ahora que todo ha cambiado empieza nuevamente la misma historia.
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Dedicado a mis amigos:
Dani.
Ana.
Celia.
Carla.
Andrés.
Sami.
Isma.
Michelle.
Espero que leáis el resto de la historia... esto es solo el inicio..
Os quieroooooo

domingo, 2 de mayo de 2010

Mi madre. 2-05-2010


Madre, tú que con tus desvelos

hiciste de mí quien soy.

Tú que con tanto cariño

me arropaste en las noches

de tormenta.

Tú, a quien a pesar del tiempo,

sigo viendo igual de bella.

Igual que siempre, buena,

bondadosa, cariñosa.

A ti te debo todo, mi vida

y mucho más.

Tú eres aquella mujer

que mis pasos guía,

la que me enseñó a caminar.

La que jamás se rinde

y que para todos siempre

tiene una sonrisa.

Tú eres aquella mujer

que yo quiero ser,

porque madres hay muchas,

pero como tú ninguna.
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Las personas de la imagen somos mi madre y yo, en esa foto tendría al rededor de seis años.
Salgo con mi disfraz de Hawaiana que con tanto cariño me hizo mi madre, fui la envidia de las niñas de mi clase... Que cantidad de disfraces y que infancia tan bella...

Esta entrada está dedicada única y exclusivamente a mi madre...

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pd: actualizo antes, por falta de tiempo.. un saludo

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